#Editorial "MarcaPazos por @NANCYPAZOS " GUSTI, REY DE WIMBLEDON" @La990Radio - 1138280990

Hoy sólo en las portadas de "Crónica" y de "Diario Popular" se destacó el triunfazo de Gustavo Fernández en tenis adaptado en Wimbledon. Contrasta con el diario de mayor circulación que no publicó en su tapa ni siquiera una línea sobre este logro de Fernández. Sí, una gran foto de Djokovic y Federer. Y más allá de que es algo que tiene cierta lógica desde el periodismo deportivo más convencional, habla mal de nosotros... perdón, quise decir habla más de nosotros que de este enorme deportista argentino. Porque los que definen las portadas de los diarios buscan los títulos y las fotos que su público consume. ¿Supondrán, entonces, en el diario de mayor tiraje, por ejemplo, que a sus lectores lno les hubiese gustado ver una foto de Gusti jugando en silla de ruedas? ¿Una imagen de este gigante de sólo 25 años que ayer nos hizo tocar el cielo con las manos sin pisar el cesped de Wimbledon con sus pies? En cambio, en el barrio, la hacen más simple: porque hoy más de uno va a hacer poster la tapa de "Crónica" y la va a pegar en su pared preferida para que le dé fuerza ante tanta malaria. Y si a alguna tía o abuela se le escapa un "pobrecito" lo dirá con todo el amor del mundo y con muchas ganas de que Gustavo Fernández sea su sobrino o nieto. Gusti nació para el deporte y eso no lo iba a impedir nada ni nadie. Ni ese accidente doméstico que sufrió al año y medio por lo cual no puede caminar ni todos los bajones que habrá tenido pero que supo dominar. Gusti, que nació en Córdoba en el seno de una familia que vivía por y para el deporte hoy no se siente ejemplo de nada y lucha para que al discapacitado se lo vea con naturalidad. Hijo del reconocido Gustavo "Lobito" Fernández, multicampeón de basquet, y hermano de Juan Manuel Fernández, también basquetbolista y base de la Selección Nacional, hoy es portada en el alma de millones y millones de argentinos. Argentinos que hoy cuando nos crucemos con alguien en silla de ruedas no lo vamos a ver como "pobrecito" sino que le vamos a decir con la mirada "aguante". Leer más

Hoy sólo en las portadas de "Crónica" y de "Diario Popular" se destacó el triunfazo de Gustavo Fernández en tenis adaptado en Wimbledon. Contrasta con el diario de mayor circulación que no publicó en su tapa ni siquiera una línea sobre este logro de Fernández. Sí, una gran foto de Djokovic y Federer. Y más allá de que es algo que tiene cierta lógica desde el periodismo deportivo más convencional, habla mal de nosotros... perdón, quise decir habla más de nosotros que de este enorme deportista argentino. Porque los que definen las portadas de los diarios buscan los títulos y las fotos que su público consume. ¿Supondrán, entonces, en el diario de mayor tiraje, por ejemplo, que a sus lectores lno les hubiese gustado ver una foto de Gusti jugando en silla de ruedas? ¿Una imagen de este gigante de sólo 25 años que ayer nos hizo tocar el cielo con las manos sin pisar el cesped de Wimbledon con sus pies? En cambio, en el barrio, la hacen más simple: porque hoy más de uno va a hacer poster la tapa de "Crónica" y la va a pegar en su pared preferida para que le dé fuerza ante tanta malaria. Y si a alguna tía o abuela se le escapa un "pobrecito" lo dirá con todo el amor del mundo y con muchas ganas de que Gustavo Fernández sea su sobrino o nieto. Gusti nació para el deporte y eso no lo iba a impedir nada ni nadie. Ni ese accidente doméstico que sufrió al año y medio por lo cual no puede caminar ni todos los bajones que habrá tenido pero que supo dominar. Gusti, que nació en Córdoba en el seno de una familia que vivía por y para el deporte hoy no se siente ejemplo de nada y lucha para que al discapacitado se lo vea con naturalidad. Hijo del reconocido Gustavo "Lobito" Fernández, multicampeón de basquet, y hermano de Juan Manuel Fernández, también basquetbolista y base de la Selección Nacional, hoy es portada en el alma de millones y millones de argentinos. Argentinos que hoy cuando nos crucemos con alguien en silla de ruedas no lo vamos a ver como "pobrecito" sino que le vamos a decir con la mirada "aguante". Leer menos