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“En los últimos años, la evaluación se ha centrado en la medición de los logros de aprendizaje, a través de las conocidas pruebas PISA y las evaluaciones APRENDER. Todo esto es muy necesario ya que brinda información sobre el rendimiento de los alumnos en los diferentes niveles. Sin embargo, el uso que se ha dado a los datos ha servido para cuestionar el sistema y culpabilizar a las y los maestros por el bajo nivel de la enseñanza, sin la necesaria contextualización de los análisis”, dijo Diego Pereyra, él es Sociólogo, Magister en Investigación Social y Doctor en Filosofía, investigador del CONICET, y docente de la UBA y de la UNLa, donde dirige la Especialización en Educación con orientación en Investigación Educativa.

Sábados de 16 a 19 hs por el multimedios de la UNL, Santa Fe, Argentina. Entrevista: Adriana Alessandro (Psicopedagoga). Producción general: Martín Duarte.

Eduardo Aliverti entrevista en piso al ministro de Educación, Nicolás Trotta, a un año de las modificaciones a las que se vio obligada la educación argentina por la pandemia de COVID-19. Cómo es educar bajo protocolos ante la Segunda Ola prevista para el otoño-invierno 2021. Un análisis sobre las necesidades de mejorar la conectividad para quiénes cursan parte de sus contenidos a distancia. La capacitación a les docentes para el uso académico de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Los programas estatales para adaptar los contenidos. La discusión de una nueva LES para la educación superior y sus cambios en todo el sistema. Trotta delinea, además, una perspectiva de las prioridades educativas argentinas para el mundo postpandemia.

Eduardo Aliverti entrevista en piso al ministro de Educación, Nicolás Trotta, a un año de las modificaciones a las que se vió obligada la educación argentina por la pandemia de COVID-19. Cómo es educar bajo protocolos ante la Segunda Ola prevista para el otoño-invierno 2021. "A partir del aprendizaje de 2020, vamos a tener un año de presencialidad cuidada", sostiene Trotta y afirma que de tener que suspender las clases, debería hacerse con la menor expansión geográfica posible. Y afirma que, en ese caso, debe garantizarse la presencia en la escuela restringiendo otras actividades para priorizar la educación. Destaca que casi un millón de estudiantes argentinos sobre un universo de diez millones no tuvieron continuidad pedagógica en 2020.

Se opone con vehemencia y da sus argumentos