Recortes de audio

  1. Radio Caput

    04/04/2024

    16:07

    +++++EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++ Es difícil definir “la patria” en términos de querencia. El diccionario dice que “la patria” es la tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que uno se siente ligado ya sea por vínculos jurídicos, o históricos o afectivos. Cuando una parte de esa tierra es usurpada, saqueada y ocupada por quien no tiene ningun vínculo sustentable, pues entonces estamos en desequilibrio intrincado para superar. Si a eso le sumamos la arrogancia del ocupante con el enorme poder bélico de una potencia colonial, la experiencia se vuelve aún más frustrante. Si en el camino de la razón, se desata la sinrazón de la muerte, pues la huella se convierte en una marca indeleble en la conciencia de un pueblo. Que las Islas Malvinas son argentinas, es una verdad incontrastable. Pero para darse cuenta de esta verdad sólo hay que ir por el camino de la razón. ¿Por qué querría una potencia de otro continente apoderarse de unas islas lejanas a sus territorios si ellas no fueran clave para dominar otras otras naciones? Porqué querría un poder colonial querer dominar unas islas que le sirven de asiento estratégico, si no es para saquear riquezas de otros. Es claro que el Reino Unido es un invasor de ultramar que no está unido por lazo histórico o afectivo que justifique su presencia en la zona. Tan claro como el transparente reclamo argentino sobre las islas. Pero para nosotros, los argentinos, las islas tienen, desde 1982, un valor adicional que las convierte en una representación concreta de sentido nacional. Allí yacen los cuerpos de jóvenes soldados que dieron su vida por la miopía de dictadores que nunca entendieron el momento ni las circunstancias y enviaron a la muerte a lo más importante que tiene una nación, la generación que comenzaba a construir un futuro por venir.

  2. Radio Caput

    21/03/2024

    16:05

    Invitada: Ana Arias - Decana de Ciencias Sociales UBA +++++EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++ Cuando el gobierno de Javier Milei habla de Capital Humano, no se refiere al potencial de la organización social o del conjunto de los ciudadanos. Tampoco se refiere al contrato social que se establece dentro de un grupo humano, con su sistema político, social y legal, con sus propias improntas. El concepto de Capital Humano de este gobierno, sólo se refiere a la rentabilidad de ese Capital en términos de conveniencia material. Si somos rentables para el sistema, entonces nos ganamos el derecho a ser parte. La pregunta es ¿parte de qué? La pregunta es: Conveniente ¿para quién o para qué? Bueno, hasta aquí. Toda esta sarta de paupérrimas pavadas conceptuales, esta parafernalia de supuesto contenido intelectual y políticamente libertario, no es más que un libreto de una comedia perversa, impuesta de manera astuta por el verdadero Poder, para adueñarse de nuestro verdadero Capital Humano que es el tejido solidario, que es la esencia de la organización humana funcionando como un todo, ¿diverso…? sí, ¿de colores…? Sí, sin dudas… pero siempre tendiendo a la búsqueda de armonía y a la integración del conjunto. En poco tiempo, esta puesta en escena se degradó y nos muestra una realidad insoportable, que desgarra sin piedad el tejido social, aprovechando los errores de no haber podido o sabido consolidar las conquistas de las últimas décadas y la candidez con la que afrontamos los desafíos de una violencia provocada e interesada que nos está pasando por encima. En términos optimistas, debemos pensar, cada uno en su disciplina, como diseñaremos una reconstrucción social antisísmica en los político y social, y antisunami frente las embestidas del Poder Real.

  3. Radio Caput

    22/02/2024

    16:03

    ++++EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++ Suele decirse, como lugar común, que la derrota es huérfana. Por lo menos nadie quiere hacerse cargo, porque el costo es definitivamente alto, y algunos piensan que puede significar la muerte política de quien reconozca responsabilidades. Pero lo que sí, tiene la derrota… es un montón de exégetas que explican el porqué, y a veces acompañan esa explicación con recomendaciones de como evitar un futuro contratiempo. En fin, siempre hubo explicadores contrafácticos. Después de la victoria de Milei, la explicación más evidente, y casi como común denominador de todo el campo nacional y popular, gira en torno a la profunda crisis de representatividad de la dirigencia política. El desgaste de los personajes, la sensación de que ciertos actores están atornillados a sus sillas, caen siempre parados y la poca o nula capacidad de recambio en las cúpulas. En tanto, la sensación de orfandad de la militancia, multiplica el desconcierto y ahuyenta la participación. Pero, nada nuevo bajo el sol, si consideramos sólo las expectativas y no miramos la praxis política que debe acompañar a cualquier proyecto político. No sólo el enunciado de un programa asegura el voto de quien se acerca a la urna el día de la elección. Y por supuesto, no se puede subestimar la fuerza del poder real, ese poder que está detrás de cada esquina, detrás de cada puerta, detrás de cada paso que damos. Supongo que para estos tiempos de violencia institucional, que dice querer prescindir del Estado, pero lo usa para imponer su modelo, es bueno para TODO el campo nacional y popular conversar, charlar, debatir tratando de evaluar los actores en el campo de batalla. Aunque casi seguro estoy que la realidad nos va a sorprender antes de que lleguemos a conclusiones. Para eso hay que estar preparado.

  4. Radio Caput

    07/03/2024

    16:05

    +++++++EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++ Para muchos de nosotros, los que estamos desde hace mucho en el ámbito de la comunicación, no nos resulta difícil describir o contar el acontecer social o político. Con mayor o menor precisión, con más o menos pluma lustrosa, el relato fluye con la facilidad que da el ejercicio de la profesión. Sin embargo, desde hace un tiempo, se hizo mucho más complejo argumentar o explicar porqué suceden determinados eventos, que antes eran anticipables para los editorialistas periodísticos. También es cierto que, como pasa con los políticos, los periodistas también nos devaluamos frente a un público que quizás se sienta decepcionado por los política y la prensa. Sin embargo, la sensación es que estamos viviendo un momento histórico de cambio de paradigmas. La democracia es apenas un enunciado sin contenido que puede soslayarse, obviarse y no pasa nada. La construcción de una propaganda, de un mensaje lejano a la narrativa histórica, intelectual o periodística y cercano a los intereses de los poderosos, está produciendo un desconcierto que sólo muy pocos teóricos se animan a pensar... y menos aún a desafiar. Y el poder, con astucia, manipula los resortes más primarios de la sociedad. La construcción de un otro a quien odiar… enunciados místicos y pseudoreligiosos que no necesitan ser argumentados para ser publicados y fundamentalmente usan la anulación de la reflexión como recurso de anclaje con la realidad. Todo este bagaje de desconcierto, debería ser abordado de manera colectiva y multidisciplinaria. Por eso y para eso, hoy invitamos a quien se hace muchas preguntas e intenta más respuestas.

  5. Radio Caput

    14/03/2024

    16:07

    ++++EDITORIAL DE LARRY LEVY++++ Nadie duda que estamos en medio de una crisis. Tampoco dudo de que esta crisis está provocada. No sólo la devaluación del 128%, ni la inflación fogoneada desde el gobierno, ni los aumentos bestiales del transporte y los servicios públicos… todo eso junto, no son todas las causales de la crisis. Existe un trabajo de diseño de opinión pública y de sociedad que se viene gestando desde hace más de una década. La derecha trabaja a largo plazo e invierte importantes recursos en esos cambios de impronta y marcas en la construcción de nuevos entornos y sujetos sociales. También aprendió —la derecha— a neutralizar el mensaje de quienes abogamos por una sociedad basada en la solidaridad, la justicia y la igualdad, todos esos conceptos ligados al movimiento nacional y popular heredero de una historia militante del siglo XX. Milei, probablemente, se convierta en una horrible anécdota de nuestra historia. Pero todavía no visualizamos la moraleja y ni siquiera la empezamos a escribir. La democracia, tal como la ejercemos hoy, no parece consolidar los logros que la enarbolan a sí misma como el sistema de gobierno posible. Y resulta claro que los políticos están sumergidos en una crisis real de representatividad. Es aquí donde la sociedad comienza a medir su propia fuerza para gestar nuevos modelos de representación y organización política. Esto es apenas una básica reflexión que, sin dudas, se legitimará con la acción de los protagonistas y actores sociales que desde abajo, casi invisibilizados por la tragedia, comenzarán la escritura de esa moraleja de como perpetuar la dignidad de un pueblo.