Recortes de audio

Director del Coro Kennedy

Ex-productor del programa

Diego Villar dejó el fútbol profesional hace un año y medio, luego de conseguir el ascenso a la Superliga con la camiseta de Aldosivi, para ponerle punto final a una carrera que tuvo como puntos altos su paso por el Arsenal de Alfaro que consiguió la Sudamericana 2007 y sus tres años en Racing, donde se consagró en el Transición 2014 de la mano de Cocca. Su presente hoy es completamente distinto, atiende su negocio de golosinas en Mar del Plata. A la semana de haberse retirado ya estaba funcionando. Encontró un sustento y lo ayudó a calmarse luego de todo lo que implica el retiro. Cuenta que no es fácil la transición de un ex jugador de fútbol. Está dispuesto a hacer todo lo posible para alimentar a su familia. Cuenta que ni sabía cómo ponerle precio a una gaseosa y que así como antes se peleaba con los árbitros, ahora se pelea con los proveedores. Cuando la gente lo reconoce en el local se sorprende bastante. Igual, más allá de su actualidad en el rubro comercial, aspira a volver a las canchas pronto, ahora del otro lado de la línea, quizás como DT o ayudante.

Se recibió como periodista, hace 2 años, y fanática de River. Nació con disminución en la vista. A los 5 años, madrugada del mundial Corea-Japón, se despertó para ver a la Selección Argentina y no veía nada. Se empezó a chocar con las cosas. Se le había desprendido el resto de retina que tenía. Tener un perro lazarillo siempre es algo muy costoso. Hasta hace unos años, había solo una escuela en Minnesota, Estados Unidos. La escuela los entregaba si vos viajabas hasta allá y cubrías tus gastos, pero tenías que tener 18 años. Agustina esperó hasta los 18, pero la escuela cambió las reglas y ya no entregaba más lazarillos a extranjeros. Conoció entonces a la Escuela de Perros Guías Argentinos, una institución liderada por el Club de Leones de la Colonia Quilmes Oeste, donde se crían, seleccionan y adiestran perros para ser entregados a personas ciegas como lazarillos. Es la única de Latinoamérica. Se contactó con un famoso por redes, le pidió ayuda. Le hicieron una nota el año pasado, su caso se volvió viral… empezaron a ayudarla y se hicieron actividades a beneficio. Así pudo pagar los 10 mil dólares que vale un lazarillo. Asistió durante un mes a la Escuela de Quilmes Oeste, tuvo teoría para estudiar y ejercicios y le entregaron a Lady, una perra. La tiene desde el 2 de diciembre.

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