Federico Poore en Radio 10 sobre la fallida utopía anarcocapitalista de Grafton

"En la ciudad de de Grafton, de un día para el otro se produjo un recorte del 30% en los servicios que prestaba la ciudad. (...) Quedó un solo policía, que a su vez pasó a ser el jefe de policía, y que se quejaba de que no podía patrullar las calles porque no tenía dinero para reparar el patrullero. Mientras tanto cada uno de los habitantes comenzó a hacer lo que quiso con su basura y los osos de la zona, que en general son seres muy curiosos y simpáticos, se encontraron frente a todas estas oportunidades calóricas... y esto termina con los primeros ataques de osos negros en más de 100 años. Este experimento libertario fracasa, muchos regresan a sus lugares de origen, se van del pueblo, y el pueblo tiene que volver a invertir en todos los servicios que recortó. (...) Hay ciertas áreas en donde el sector privado puede ser más dinámico o más beneficioso, y hay otros -que se relacionan con los servicios esenciales- donde de mínima tiene que estar guiados por alguna lógica de planificación estatal. No hay forma de que cada uno se pague su propio servicio de bomberos, de seguridad o de policía, sin incrementar las desigualdades de origen".