El promedio ponderado de las 10 encuestas nacionales más recientes arroja 35% de actitud electoral favorable al oficialismo vs 48% para la oposición en conjunto. Cuando se miden sellos políticos, el promedio ponderado de los últimos estudios arroja 34% para el Frente de Todos, 24% para Juntos x el Cambio, 3,2% para libertarios y 2,4% para la izquierda. Teniendo en cuenta que los comicios legislativos de medio término tienden a presentar comportamientos de voto más fragmentarios que las elecciones ejecutivas, un caudal en torno al 35% del total de votos emitidos podría ser más que suficiente para resultar el espacio más votado del país. Una ventaja en torno a 10 puntos porcentuales para el FdT sobre JxC sería mayor a la que obtuvo en la presidencial de 2019 (48,24% a 40,28%, casi 8 pp) y sugiere que JxC puede estar cediendo electores hacia los liberales. En síntesis, un 35% de promedio para el FdT sin descontar votos en blanco, nulos e impugnados perfila que si la elección de medio término fuera hoy el oficialismo ganaría como primera minoría con alrededor del 40% de votos válidos positivos. Es un caudal similar al obtenido por Néstor Kirchner en la legislativa de medio término de 2005 en el tramo de diputados nacionales (41,59%) y en el mismo orden de magnitud de los principales triunfos oficialistas en elecciones comparables, con una brecha nítida (en torno a 10 pp, al menos) sobre la segunda fuerza. Desde el retorno de la democracia, los oficialismos obtuvieron la primera minoría electoral en 7 de 10 comicios de medio término: las excepciones fueron 1987 y 2001 (ambas con la UCR en el poder) y 1997 (durante la segunda presidencia de Carlos Menem).
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El promedio ponderado de las 10 encuestas nacionales más recientes arroja 35% de actitud electoral favorable al oficialismo vs 48% para la oposición en conjunto. Cuando se miden sellos políticos, el promedio ponderado de los últimos estudios arroja 34% para el Frente de Todos, 24% para Juntos x el Cambio, 3,2% para libertarios y 2,4% para la izquierda. Teniendo en cuenta que los comicios legislativos de medio término tienden a presentar comportamientos de voto más fragmentarios que las elecciones ejecutivas, un caudal en torno al 35% del total de votos emitidos podría ser más que suficiente para resultar el espacio más votado del país. Una ventaja en torno a 10 puntos porcentuales para el FdT sobre JxC sería mayor a la que obtuvo en la presidencial de 2019 (48,24% a 40,28%, casi 8 pp) y sugiere que JxC puede estar cediendo electores hacia los liberales. En síntesis, un 35% de promedio para el FdT sin descontar votos en blanco, nulos e impugnados perfila que si la elección de medio término fuera hoy el oficialismo ganaría como primera minoría con alrededor del 40% de votos válidos positivos. Es un caudal similar al obtenido por Néstor Kirchner en la legislativa de medio término de 2005 en el tramo de diputados nacionales (41,59%) y en el mismo orden de magnitud de los principales triunfos oficialistas en elecciones comparables, con una brecha nítida (en torno a 10 pp, al menos) sobre la segunda fuerza. Desde el retorno de la democracia, los oficialismos obtuvieron la primera minoría electoral en 7 de 10 comicios de medio término: las excepciones fueron 1987 y 2001 (ambas con la UCR en el poder) y 1997 (durante la segunda presidencia de Carlos Menem).
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