22 de agosto, 2018 19:20
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Hubiera querido Hubiera querido traspasar tu cuerpo, hasta diluirme en tu sangre somnolienta, y conocerme al revés, y salirme y verme al verte. Hubiera querido masticar la noche y tragarla muy despacio hasta vomitarla y detenerla. Hubiera querido que tus pies helados se quedaran atracados en la cama y yo atracarme en tu cuerpo cálido y hacernos esclavos infinitos de las ganas. Hubiera querido muchas cosas alargar la distancia de mi cuerpo abarcarme y abarcarte más... Entrar, ser vos, salir, dejar de serlo. Apretarte, apretarme. Estar siempre mojada de tus hijos, llenarme las manos con tu pelo, recorrer con mi lengua las raíces de tus cosas, todo muy rápido, ¡todo al mismo tiempo...! ... pero el tiempo se viene y hay que caminarlo para hacerlo. Porque desde allá, desde donde el carajo está siendo razonado, y el fusil ya se abre paso entre los dedos porque el hambre ya se transformó en bostezo largo y el sueño, como el pan, en un misterio. Se oye un grito gritando para todos. El que no quiera escuchar, se irá muriendo… Hubiera querido tantas cosas, dije, y no me alcanzó el tiempo. * Poema escrito dentro de la cárcel de Rawson, después de la Masacre de Trelew, pensando que su compañero Alberto Miguel Camps había muerto. Leer más
Hubiera querido Hubiera querido traspasar tu cuerpo, hasta diluirme en tu sangre somnolienta, y conocerme al revés, y salirme y verme al verte. Hubiera querido masticar la noche y tragarla muy despacio hasta vomitarla y detenerla. Hubiera querido que tus pies helados se quedaran atracados en la cama y yo atracarme en tu cuerpo cálido y hacernos esclavos infinitos de las ganas. Hubiera querido muchas cosas alargar la distancia de mi cuerpo abarcarme y abarcarte más... Entrar, ser vos, salir, dejar de serlo. Apretarte, apretarme. Estar siempre mojada de tus hijos, llenarme las manos con tu pelo, recorrer con mi lengua las raíces de tus cosas, todo muy rápido, ¡todo al mismo tiempo...! ... pero el tiempo se viene y hay que caminarlo para hacerlo. Porque desde allá, desde donde el carajo está siendo razonado, y el fusil ya se abre paso entre los dedos porque el hambre ya se transformó en bostezo largo y el sueño, como el pan, en un misterio. Se oye un grito gritando para todos. El que no quiera escuchar, se irá muriendo… Hubiera querido tantas cosas, dije, y no me alcanzó el tiempo. * Poema escrito dentro de la cárcel de Rawson, después de la Masacre de Trelew, pensando que su compañero Alberto Miguel Camps había muerto.