Lucas Frontalini Rekers, contó al aire su experiencia en Amatreya, dijo sentirse víctima de una secta y las caracterizó como “un lugar de manipulación psicológica, ofrecen terapias alternativas con muchas promesas. Estos grupos no te muestran desde el inicio toda su ideología" y destacó que " en estas instituciones no existe el estado de derecho"