Victoria Analía Donda Pérez nació en la maternidad clandestina de la ESMA durante el cautiverio de su mamá, María Hilda Pérez de Donda. Fue apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic, quien ya fuera condenado por el hecho en 2012, en el marco del juicio por el Plan sistemático de apropiación de niños y niñas durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. En 2004 Victoria recuperó su identidad. Victoria declaró en el juicio donde se analiza la responsabilidad de Adolfo Donda Tigel, su tío, condenado por haber sido parte del grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA. “Victoria Analia Donda Perez es el nombre que elegí tener después del 8 de octubre del 2004, cuando me dieron el resultado de ADN y me enteré que mi mamá estaba en la ESMA a punto de parir y ahí me puso Victoria. Analía es mi segundo nombre que me pusieron mis apropiadores”. Su relación con el apropiador Juan Azic, con su hermana de sangre y su hermana de crianza.
Eso le decían en su familia a Sergio Triaca, hijo de Numa Osvaldo Triaca y de Olga Elvira Chistoph. Su padre fue juez militar hasta su muerte en 1977, atribuída falsamente a Montoneros. Ambos llevaban a su hijo adolescente a Campo de Mayo, donde Sergio asegura haber visto a por los menos 3 secuestrados. Dice que podría reconocer a una víctima de los Vuelos de la muerte con la que cruzó miradas. El nuevo integrante de Historias Desobedientes de Argentina declaró el 3 de noviembre ante la jueza Alicia Vence, a cargo de la Instrucción de la Megacausa. Su testimonio, como todos los anteriores de hijos e hijas de genocidas, es un golpe de nocaut contra los discursos neonegacionistas y un nuevo aporte a la Memoria, la Verdad y la Justicia