Susana Raffalli nutricionista egresada de la UCV. Con experiencia y estudios en trabajos de seguridad alimentaria y gestión de riesgo de desastres. En el ámbito internacional ha trabajado con la Agencia Oxfan y la red internacional de la Cruz Roja. Es colaboradora activa de Cáritas y de la Fundación Bengoa.
En entrevista realizada a través de www.superstereo981.com para el oriente del país transmitió su angustia por el crecimiento de la desnutrición infantil en el país y refirió que existe en el país desnutrición aguda, que se evidencia en una deficiencia del peso respecto a la talla y éste es el termómetro más adecuado para evaluar lo que ha sucedido en los últimos años
La seguridad alimentaria está definida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y tiene cuatro dimensiones principales: que el alimento esté disponible en cantidades suficientes, que la población pueda tener acceso al mismo y que lo pueda asimilar. Y es aquí donde la nutrición se relaciona con la salud, porque niños con parásitos no se alimentan.
Las fases de la crisis son alarma, inseguridad leve, inseguridad severa y hambruna. Digo que es severa por el demostrado deterioro en la disponibilidad de alimentos, la escasez y nos comenta, de las vicisitudes de la familia venezolana que abandona a los abuelos, para dejarlos en manos de los nietos, mientras los padres “rebuscan” como alimentar a la familia y esto trae por consecuencia un desequilibro notorio en los niños que no se están alimentando con las dosis mínimas en proteínas, y hace un llamado a la sociedad civil de que tengan empatía y ayuden sobre todo a los niños. Se ha deteriorado hasta un 30% la deserción escolar y las causas son múltiples, desde no tener alimentos para los niños, no tener comida o simplemente no tener jabón para lavar los uniformes.
Debemos estar muy pendientes de las señales del deterioro a nivel infantil, para abocarnos a través de instituciones de ayuda, vecinos, la iglesia, así como Fe y Alegría, puso a la orden del Estado su capacidad personal, de entablar un puente de solidaridad para Nueva Esparta, con instituciones y organizaciones internacionales, para traer a la Isla fórmulas infantiles, por lo que debemos organizarnos para que éstas lleguen aquí.
Se comprometió a enviar un protocolo de donación para que sepamos como se pueden apoyar con instituciones internacionales, para colaborar con Nueva Esparta. Propuso a la audiencia hacerle seguimiento a los operativos de alimentación masivos para apoyarlos, porque son pautas de esperanza, solidaridad y lazos de amor con sopas y ollas comunitarias, y dijo que enviará un manual de cómo apoyar con métodos sencillos a niños desnutridos.
La clave es la organización de los recursos, para que les llegue a los más necesitados, a lo más vulnerables, como lo son los niños con características de desnutrición y a los ancianos.
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