Tal vez como vinos nuevos o como los tempranillos, materiales de este tiempo, los discos recién paridos. O acaso aquellos que piden pista para aparecer...
Como “Orfebre del silencio”, el disco del mendocino Martín Castro que, entre un repertorio muy bien elegido, incluye el poema “El amor”, de Juan Crisóstomo Lafinur en tiempo de tonada compuesta por él mismo y a cuya interpretación convida al bonaerense de Mercedes, Claudio Zermoglio. “Qué es amor, me pregunto, y yo concluyo: vivir un alma en cuerpo que no es suyo”.
O como Nuevos Tangos guitarreros”, el disco del mendocino de Godoy Cruz, Ángel Colacilli, y del bonaerense de San Isidro, Leandro Coratella, el Dúo Púa Abajo, del que catamos solo dos rarezas en ritmo de dos por cuatro: primero “Spain”, de Chick Corea.
Para abrirle la puerta al paso de siglo de la cueca “Corazón”, de Saúl Quiroga, nacido en Buenos Aires pero aquerenciado en Usno, Valle Fértil, provincia de San Juan, en una versión para siempre de la bonaerense de Los Toldos Yani Lui, acompañada por Pablo Fraguela en piano y arreglo. Tema incluido en el disco “Sierra adentro”, de inminente salida.Y volver a sonar, bien Púa Abajo, con su propio tema: “Pelandrún”.
Suficiente como para franquear la entrada a la guitarra del pergaminense radicado en Córdoba, Fernando Morales que, desde su disco “Gramilla”, luce con su propio gato “El consejero” para completar la Cuyanísima Trinidad y aplacar la ansiedad de cuyanos y cuyanistas.
. Siglo nuevo. Pausa breve y nuevo disco: “Sin lágrimas”, de la cantante Delia Mucci, acompañada por Rubén slominski en bandoneón, Federico Mayocchi en contrabajo, Fernando Diéguez en violoncello, Fabián Bertero en violín, Gustavo López en percusión y Guillermo Martel en guitarra y dirección musical. Para dejarnos su propia versión de “Bailarín”, de Adela Balbín y José Ogiviecki.
Del conurbano a Tucumán, la música nos lleva al encuentro del Topo Héctor Encinar que le entregara su corazón litoraleño al poema de Teresa Parodi, “Rosalinda”, para que se luzca también en la voz de la muy buena cantora catamarqueña Nadia Larcher, sobre el colchón musical de Pablo Fraguela, Matías Furió Taty Calá y Juan Pablo Ferreyra.
Para viajar más luego hacia Italia a recoger el “Swango” -mezcla rara de Swing con Tango- del siciliano formado en Florencia, Fabrizio Mocata, y servirlo en tiempo de “Charlestonga”, para lucimiento de su Tango Wine Orquesta Atípica Mocata.
Regresar y escanciar sobre la copa la zamba “con vocación de clásico”, del bonaerense de Tres Arroyos, Héctor Esteban País, “Corazón del árbol”, de su disco “Por dónde andará el silencio”.
Y beber del propio “disco-tanda”de la Orquesta Típica Milonguera, su versión de“If I Fell”, de Lennon y Mc Cartney, a modo de último trago.
Para echarse, pipones de música y poesía, a esperar, no sin ansias, la llegada del próximo encuentro.
Operación Técnica: Matías Arreceygor