Por algún lugar hay que comenzar, no mañana, no ya mismo, ¡ayer! Así que discutamos cómo vamos a restablecer una infraestructura urbana pública, con caños, conexión formal y prestación igualitaria, pero mientras puteamos por la malaria o proyectamos materializar todo eso que soñamos, ¡para demostrar que la realidad es transformable! Si vas a contagiar, ¡que sea agua potable!
El feminismo villero gestó lugares de contención para empoderar desde abajo a toda la comunidad. Cómo no vamos a festejar esta victoria si transformamos la historia de nuestros barrios, resistiendo con ovarios.