FM 96.3
Familiares, amigos, compañeros de la educación, estudiantes y allegados de Pablo Iglesias Cortina se convocarán este lunes (28/06) en la Ciudad Judicial de Roca para reclamar que se reactiven los rastrillajes sobre las aguas del río Negro, los cuales cesaron desde la pasada semana. El docente fue visto por última vez el 11 de junio, cuando tenía un turno médico al que no asistió. Su auto fue encontrado en Paso Córdoba. Viviana Quirilao, su esposa, dialogó en exclusiva con Ahí Vamos (de lunes a viernes de 7 a 9 por La Super FM 96.3) y sostuvo que «desde el pasado martes (20/06), tanto Prefectura como Bomberos nos avisaron que no se rastrilla más el río Negro. Sí continúan con la búsqueda a pie, pero solicitamos que se rastrille el agua». «Después de efectuar un reclamo formal en la Justicia, Prefectura nos comunicó que vendrá cada tres días a realizar rastrillajes. Exigimos más intensidad en el operativo de búsqueda. En todo lo que es tierra, estamos conformes con todo lo que hicieron desde el día 1. También con Prefectura y los buzos de los Bomberos Voluntarios. Pero sí queremos que continúen con los rastrillajes. Mientras más días pasan, peor es», agregó. Respecto a los últimos días que Pablo estuvo en su casa, Viviana detalló que «tuvo COVID-19, estuvo muy mal, internado. Primero le había dado negativo, después lo internan. Luego le dieron el alta y a los pocos días no tenía nada de oxigenación cuando estaba en casa, y ya no conseguíamos cama para que lo internen. Tuvo que pasarlo en casa, casi sin poder respirar». «Un médico conocido venía a ayudarlo, para que pueda mejorar día a día. Y fue mejorando. Pero Pablo quedó con un miedo que nunca le había visto. Tenía miedo de volver a contagiarse», agregó. «Se estaba recuperando, y justo ese día que desapareció salió a hacerse un chequeo y bueno pasó lo que todos sabemos. Dejó una nota con un teléfono que es el de casa. Él estaba mal, estaba deprimido. Estaba con sesiones con un psicológo», concluyó Viviana.
hace 2 años, 9 meses por lasuper963
Luego de conocerse la última Resolución del Ministerio de Salud de Río Negro respecto a las nuevas restricciones, los propietarios de los locales bailables de General Roca estallaron de bronca. «Pensábamos que si habilitaban casinos y bingos, también a nosotros», manifestó Fernando Henriquez, dueño del boliche Jaggers. «Nosotros nos quedamos afuera otra vez de la Resolución provincial. De 16 meses de pandemia, solo trabajamos 2 y con burbujas; es decir con la capacidad super reducida», agregó. «Después te encontrás con fiestas clandestinas de 150 personas como la del sábado, que mejor que nos dejen abrir a los boliches, que cumplimos todos los protocolos, no se comparten vasos y se baila en burbujas, es decir vienen un grupo de 9 o 10 amigos y están entre ellos», añadió Henriquez. El enojo generalizado de los propietarios de los locales bailables tambien reside en que «tampoco nos acompañaron con créditos o con el cese de impuestos. Así es imposible. Solo algunos acreditaron para recibir ciertos fondos que automáticamente tuvimos que depositar para pagar los impuestos que nos siguen cobrando pero no nos dejan abrir».
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